Patrimonio Artístico y Cultural

De la época medieval, Sarria conserva un amplio patrimonio artístico y cultural, entre el que destacan la Iglesia de San Salvador, construida en el siglo XIII y perteneciente al gótico primitivo, aunque su principal interés reside en su portada tardorrománica del muro norte, que cuenta con un tímpano muy poco común y una iconografía que esconde numerosos misterios en la que se muestra un sonriente pantocrátor; y, por otro lado, el Convento de la Magdalena, levantado en los siglos XIII y XIV como hospital para peregrinos y cuyo uso evolucionó según las épocas, funcionando también como cárcel y cuartel. Hoy día, del edificio original de estilo románico tardío, que fue reconstruido en el siglo XVI, se conservan determinados fragmentos, como la puerta de acceso al claustro, mientras que el resto de la edificación se compone, fundamentalmente, de facturas góticas y renacentistas entre las que destaca el claustro, de líneas inusualmente simples para el periodo artístico del que data.

Otros atractivos de esta villa histórica, como el Torreón almenado del castillo de los Marqueses de Sarria, que data también de la alta Edad Media; y de su comarca, como los megalitos y petroglifos de los castros de Betote y Vilapedre, son también paradas obligadas en una visita a Sarria.

Tradición en antigüedades y coleccionismo

Sarria, muestra además otra peculiaridad que la hace atractiva para los amantes del arte: su tradición anticuaria. Desde mediados del siglo XX, la actividad de compra y venta de antigüedades y objetos antiguos comenzó a popularizarse, llegando a la localidad numerosas y sugerentes piezas de gran valor artístico y etnográfico. Además, anticuarios y artesanos impulsaron en Sarria las actividades de restauración de muebles y otros objetos antiguos, dando lugar a un saber hacer que se ha mantenido con los años.

Poco a poco, este cariño por lo antiguo, por los trozos de pasado que deben ser conservados y recuperados, fue materializándose en experiencias como las exposiciones de antigüedades que se organizaban en las fiestas de San Juan o el pequeño mercado “O Quilate”, así como en la Rúa Porvir, donde, a lo largo de los años, se fueron asentando los primeros anticuarios.

Fue así, observando sus salones de antigüedades y sus exposiciones como adquirimos esta cultura, por lo que decidimos embarcarnos y continuar su estela, manteniendo la tradición y el saber hacer que conviertieron a Sarria en un referente a nivel de Galicia y de toda España para el mundo de las antigüedades y del coleccionismo.